Uno de los principales problemas que tienen las marcas actualmente es conectar con los consumidores. Existe tal saturación de publicidad, que parecen haberse creado un mecanismo de defensa para no prestar ningún tipo de atención a los mensajes que les envían las marcas.

Una de las herramientas que se ha establecido como la clave para volver a conectar con los consumidores, es la de renunciar a los antiguos formatos y apostar por otros más novedosos. Esto está basado en el hecho de que los consumidores más jóvenes son cada vez menos receptivos a los anuncios y exigen más complejidad a las marcas.

Por ello han aparecido diferentes tendencias publicitarias que rompen con todo lo hecho hasta el momento, consiguiendo llamar la atención de los consumidores, como es el caso del Debranding.

¿Qué es el debranding?

Este es uno de los conceptos y modalidades del marketing más recientes, el cuál se ha convertido en una nueva tendencia debido a lo efectiva que ha resultado su aplicación en diferentes campañas publicitarias.

Esta «desmarquización» consiste en hacer lo posible por evitar la mención de la marca en sus logotipos, spots, envases y demás contenedores de la imagen de la compañía, lo que conducirá a la generación de identidad de marca debido a que invita al usuario a identificar a la empresa, detrás del misterio, a través de otros criterios como: características de la imagen, forma del envase, producto, al fin y al cabo todo menos el logotipo o nombre de la marca.

Entre los ejemplos más notorios y con más éxito podemos destacar el de la compañía Coca-Cola en 2013, quien eliminó su nombre de la etiqueta de sus envases, cambiándolos por nombres comunes, lo cual obtuvo un excelente resultado, ya que todo el mundo quería adquirir una lata o botella con su nombre.
Coca-Cola Debranding

También Starbucks o Comme des Garçons han sufrido un proceso gradual de Debranding pero, al igual que Coca-Cola, sin borrar sus rasgos característicos de su identidad visual.

Starbucks

Para que esto se haga posible y la marca lo pueda afrontar con éxito, debe tener una identidad visual consolidada además, obviamente, de un producto interesante.

¿Qué objetivos persigue el Debranding?

Si el branded content buscaba llegar a nosotros apelando a las emociones, con esta nueva tendencia las marcas buscan una repercusión social más trascendental.

Su objetivo es que la voz de la marca sea la de sus propios consumidores, y por ello, saben que para conseguirlo tienen que ofrecer productos y servicios de alta calidad, con diseños cuidados al detalle y con una durabilidad para acompañar al consumidor el máximo tiempo posible. De esta forma, no importa si el producto muestra o no la marca, ya que lo importante es que el consumidor se sienta orgulloso de su compra.

Lo que está claro es que las marcas deben cambiar su comportamiento y tienen que reajustar sus posiciones para llegar a un nuevo mercado, para conectar con este nuevo tipo de consumidores, pero nunca tomar la decisión de desaparecer si las cosas no van bien.