Campañas pegadizas Arnold Madrid

Seguimos buscando en el baúl de las campañas pegadizas

 

Ya estamos a viernes, y como ya sabéis en Arnold Madrid nos gusta celebrarlo por todo lo alto. Charangas, congas por la agencia, y lo que sea necesario para empezar el fin de semana con alegría, hasta que llegue algún cambio de última hora y ni música, ni chicha ni limoná, pero eso es otra historia 😛

Hace unas semanas decidimos arrancarnos por bulerías y publicamos una pequeña recopilación de los anuncios con las canciones más pegadizas; hoy os traemos la secuela de campañas que no os podréis quitar de la cabeza en los próximos días. Así que poned el volumen a tope porque ¡comenzamos la recopilación!

??I—ma—gi—naaaaa??

¿Ya la estás cantando? Sí sí, esa, la canción de Oreo… Si ya la estás tarareando, este post empieza a funcionar, ¡te hemos pegado la canción! Pero como un clavo saca a otro clavo, o, mejor dicho, un jingle saca a otro jingle, vamos a proponerte alternativas musicales para tararear en bucle en lo que queda del día.

Del Pita Pita Del

Vaya temazo, no solo sonaba en la televisión: la marca de la felicidad nos atrapó en 2009 con esta pegadiza canción que venía a traducirse como «sigue el retrato de tu espíritu«. No sabemos qué es lo que la marca quería que siguiésemos, pero desde luego el tanto la canción como su coreografía se colocaron, junto al Paquito chocolatero, en el TOP 10 de las canciones más reclamadas de todas las fiestas. En verdad la canción original es de la artista Orleya, pero así cantada tiene su gracia, ¿verdad?

Amigo mío, solo tú…

¿Ya sabes qué canción es? No hace falta que sigamos cantando para que a todos nos entre ese ritmillo que nos lleva al himno a la amistad de Amstel. El amigo perfecto lo mismo te tejía un jersey con un estampado de ardilla que te cocinaba una tortilla rica así en medio del campo. Ayy… quién tuviera un amigo así ¿verdad? Amstel nos hizo cantar con este aire tirolés: no te resistas más y alza tu voz, que sabemos que estás deseando entonar esta canción.

Jefe, ¿qué es lo qué tienes?

Así, con esta pregunta comenzaba uno de los hits del verano hace ya 13 años (sí sí, 13 añazos!!), la que siempre nos viene a la mente cuando pedimos unas gambas o preguntamos a alguien «perdona, ¿me puedes dar crema en la espalda?».

«Tengo gambas, tengo chorizo tengo croquetas tengo jamón…«. No sabemos qué tendrá el célebre camarero 13 años después, pero su canción es difícil de olvidar. La ONCE consiguió que ese verano en el chiringuito todos los camareros salaos, desde la costa hasta el interior, nos cantaran su carta: pocas veces un jingle publicitario se convierte en la canción del verano, y sigue siendo recordado tanto tiempo después.

Es bien sabido que en España nos gusta hacernos entender y no podíamos permitir que los alemanes e ingleses que venían a nuestras costas no pudiese disfrutar de nuestro hit veraniego, así que aquí esta la versión en inglés. ¡No tiene desperdicio!

Cacahuetes que cantan

Por si no teníamos suficiente con cantar los jingles, Conguitos decidió dar vida a sus cacahuetes chocolateados y mostrarnos los bailes más latinos de mano de nuestros graciosos y rechonchos amiguitos. Nunca podremos olvidar esta divertida canción que empieza con… «Somos los conguitos y estamos requetebién«.

 

Esperamos que hayáis disfrutado cantando este post y que cada vez que cantéis uno de estos jingles os acordáis de vuestros amiguitos de Arnold Madrid ¡Que empiece el Viernes!

 

campañas pegadizas

Buscando en el baúl de las campañas pegadizas…

 

Por fin es viernes, e incluso para los supersticiosos hoy empieza el fin de semana. El objetivo de hoy ha sido llegar a la agencia sin cruzar por debajo de ninguna escalera, romper ningún espejo ni cruzarnos con ningún gato negro, y como lo hemos conseguido, nos hemos arrancado por bulerías y hemos hecho una pequeña recopilación de los anuncios con las canciones más pegadizas de la historia.

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Sí, sí, has leído bien. Estas canciones se grabaron a fuego en tu cabeza hace algunos años, y si pensabas que ya las habías olvidado, aquí estoy yo para recordártelas y que vuelvas a abrir ese cajón. Algunas de estas canciones son versiones de temas originales y han hecho que incluso al oír esa canción pensemos… «¿esta no es la del anuncio de….?» Así que, si estas preparado para volver a abrir ese cajón, sigue bajando y dale al play, porque te garantizamos que como mínimo vas a hacer un movimiento timidorro de hombros -muy posiblemente tu paso estrella-.

Ritmazo de limón, ritmazo de naranja

Aunque haya gente que no considere este TEMAZO como una canción, el «helado de limón, helado de naranja. Caramelo de limón, caramelo de naranja» -lo acabas de leer, con el ritmo del anuncio- marcó un antes y un después en nuestra salud mental. El lanzamiento de la Shandy Cruzcampo con naranja en 2012 vino acompañado por una campaña con un mensaje muy sencillo: si todas las cosas que existen con sabor a limón, tienen una versión de naranja, ¿por qué no la cerveza? Shandy nos regaló uno de los mejores momentos del verano: allá donde fuéramos, íbamos con el ritmo en la cabeza y sobre todo: con Mónica Naranjo. La primera vez que vimos el anuncio, su avance nos empezó a conquistar, pero la aparición ultra-random de la cantante terminó por conquistarnos.

Sacatunn que pen, que summum que ya no te olvidas de esta

Atún claro Calvo lanzó esta campaña en 2007 sin otro objetivo que hacer que todos los mortales recordaran esta canción a base de sonidos -si te vienes muy arriba pareces un hooligan cabreadillo, sobre todo con el principio de la sintonía-. A día de hoy mucha gente asocia la marca a esta canción, y es que fue tan pegadiza que hizo que toda una generación memorizase la letra -aparentemente en latín- y buscase su significado en Google llegando a la siguiente conclusión: no significa nada.

Sí, señores. ¡Calvo hizo que memorizásemos una letra totalmente aleatoria! Ese espacio en la memoria podía ser ocupado por algún dato de vital importancia y ha sido sustituido por ese ritmillo ¡malditos sean!

¡A tomar Fanta con la canción!

El verano de 2012 vino cargado de canciones-taladro y Fanta quiso aportar su granito de arena en la repetición continua de melodías en las cabezas de la gente. El anuncio empieza MUY fuerte: ¡¡un gato que habla y toca el piano!! -a muchos ya nos conquistaron con esta primera escena-. La campaña hizo una referencia a la famosa película ‘los chicos del coro’ y vino protagonizada por un coro infantil -algo por otra parte, evidente-.

Otra campaña con un mensaje claro: en lugar de mandar a paseo a ciertas personas -a los ‘jetas’ que se largan cuando viene el momento de pagar, la que te quiere como amigo…- mándalos ¡a tomar Fanta! Seguro que muchos de vosotros aprovechasteis este copy para dar un mensaje menos brusco a más de uno.

La historia interminable de Megane

Parece que 2007 fue otro de los años más musicales para los anunciantes, y es que en ese año Renault Megane lanzó un spot con un jingle que sonaba a la gran mayoría. ‘Neverending Story’ de Limahl hizo mella en nosotros con la película ‘La historia interminable’ y la marca de coches decidió presentar las ventajas del modelo que presentaba con esta canción.

La letra -memorizada por todos- recogía una serie de obstáculos imposibles que solo un Renault Megane GT podría superar. Este anuncio es el culpable de que cada vez que veamos nevar, nos arranquemos con un: NiiiiiiiieEeeEeeeEveeeeeeEeee -altibajos en nuestro tono de voz incluidos-. Además tenéis que reconocer que las rocas en reproducción y la aparición de Richard Clayderman en su piano sin control son MUY buenas.

¿Qué es aquello que resuena todo el día en tu cabeza?

Un glan mago del Oliente, Kin Kan Klun el adivino nos enseñó su glan secleto que ela esta campaña de Visionlab emitida en 2012 -por supuesto-. Parece que esta sinfonía la ha elaborado el mismísimo Satanás con la ayuda de Lucifer, porque con solo escuchar las primeras notas de este cántico entras en un estado de éxtasis que hace que muevas la cabeza de manera incontrolada. La combinación de la música, los actores en trance -por otro lado, entendible- y los cristales dando vueltas en el cielo tienen como resultado esta campaña tan hipnótica que hace que queramos tener gafas para pedir nuestros cristales gratu-gratu-gratu-gratu gra-tu-i-tos.