Por fin es viernes, e incluso para los supersticiosos hoy empieza el fin de semana. El objetivo de hoy ha sido llegar a la agencia sin cruzar por debajo de ninguna escalera, romper ningún espejo ni cruzarnos con ningún gato negro, y como lo hemos conseguido, nos hemos arrancado por bulerías y hemos hecho una pequeña recopilación de los anuncios con las canciones más pegadizas de la historia.

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Sí, sí, has leído bien. Estas canciones se grabaron a fuego en tu cabeza hace algunos años, y si pensabas que ya las habías olvidado, aquí estoy yo para recordártelas y que vuelvas a abrir ese cajón. Algunas de estas canciones son versiones de temas originales y han hecho que incluso al oír esa canción pensemos… «¿esta no es la del anuncio de….?» Así que, si estas preparado para volver a abrir ese cajón, sigue bajando y dale al play, porque te garantizamos que como mínimo vas a hacer un movimiento timidorro de hombros -muy posiblemente tu paso estrella-.

Ritmazo de limón, ritmazo de naranja

Aunque haya gente que no considere este TEMAZO como una canción, el «helado de limón, helado de naranja. Caramelo de limón, caramelo de naranja» -lo acabas de leer, con el ritmo del anuncio- marcó un antes y un después en nuestra salud mental. El lanzamiento de la Shandy Cruzcampo con naranja en 2012 vino acompañado por una campaña con un mensaje muy sencillo: si todas las cosas que existen con sabor a limón, tienen una versión de naranja, ¿por qué no la cerveza? Shandy nos regaló uno de los mejores momentos del verano: allá donde fuéramos, íbamos con el ritmo en la cabeza y sobre todo: con Mónica Naranjo. La primera vez que vimos el anuncio, su avance nos empezó a conquistar, pero la aparición ultra-random de la cantante terminó por conquistarnos.

Sacatunn que pen, que summum que ya no te olvidas de esta

Atún claro Calvo lanzó esta campaña en 2007 sin otro objetivo que hacer que todos los mortales recordaran esta canción a base de sonidos -si te vienes muy arriba pareces un hooligan cabreadillo, sobre todo con el principio de la sintonía-. A día de hoy mucha gente asocia la marca a esta canción, y es que fue tan pegadiza que hizo que toda una generación memorizase la letra -aparentemente en latín- y buscase su significado en Google llegando a la siguiente conclusión: no significa nada.

Sí, señores. ¡Calvo hizo que memorizásemos una letra totalmente aleatoria! Ese espacio en la memoria podía ser ocupado por algún dato de vital importancia y ha sido sustituido por ese ritmillo ¡malditos sean!

¡A tomar Fanta con la canción!

El verano de 2012 vino cargado de canciones-taladro y Fanta quiso aportar su granito de arena en la repetición continua de melodías en las cabezas de la gente. El anuncio empieza MUY fuerte: ¡¡un gato que habla y toca el piano!! -a muchos ya nos conquistaron con esta primera escena-. La campaña hizo una referencia a la famosa película ‘los chicos del coro’ y vino protagonizada por un coro infantil -algo por otra parte, evidente-.

Otra campaña con un mensaje claro: en lugar de mandar a paseo a ciertas personas -a los ‘jetas’ que se largan cuando viene el momento de pagar, la que te quiere como amigo…- mándalos ¡a tomar Fanta! Seguro que muchos de vosotros aprovechasteis este copy para dar un mensaje menos brusco a más de uno.

La historia interminable de Megane

Parece que 2007 fue otro de los años más musicales para los anunciantes, y es que en ese año Renault Megane lanzó un spot con un jingle que sonaba a la gran mayoría. ‘Neverending Story’ de Limahl hizo mella en nosotros con la película ‘La historia interminable’ y la marca de coches decidió presentar las ventajas del modelo que presentaba con esta canción.

La letra -memorizada por todos- recogía una serie de obstáculos imposibles que solo un Renault Megane GT podría superar. Este anuncio es el culpable de que cada vez que veamos nevar, nos arranquemos con un: NiiiiiiiieEeeEeeeEveeeeeeEeee -altibajos en nuestro tono de voz incluidos-. Además tenéis que reconocer que las rocas en reproducción y la aparición de Richard Clayderman en su piano sin control son MUY buenas.

¿Qué es aquello que resuena todo el día en tu cabeza?

Un glan mago del Oliente, Kin Kan Klun el adivino nos enseñó su glan secleto que ela esta campaña de Visionlab emitida en 2012 -por supuesto-. Parece que esta sinfonía la ha elaborado el mismísimo Satanás con la ayuda de Lucifer, porque con solo escuchar las primeras notas de este cántico entras en un estado de éxtasis que hace que muevas la cabeza de manera incontrolada. La combinación de la música, los actores en trance -por otro lado, entendible- y los cristales dando vueltas en el cielo tienen como resultado esta campaña tan hipnótica que hace que queramos tener gafas para pedir nuestros cristales gratu-gratu-gratu-gratu gra-tu-i-tos.