¿Es la creatividad una cuestión de naturaleza o se puede «aprender»? ¿Surge de forma espontánea cuando menos te lo esperas o hay que ponerse en «modo creativo» de forma deliberada? Y lo más importante… ¿Qué es la creatividad para ti?

Es algo que te permite resolver problemas, es la forma en la que te expresas o es lo que te mantiene conectado con el mundo que te rodea…

¿Podemos «controlar» esa creatividad? Muchas veces nos «matamos» por ser creativos pero nada… no conseguimos ni media «buena idea»…  Otras veces surge sin que la llamemos, en la ducha o paseando al perro… ¿Por qué ocurre así, y qué podemos hacer al respecto? ¿Es posible entrenar la mente para ser más creativo?

Cuando se trata de la creatividad, los psicólogos occidentales a menudo usan términos como «conciencia» y «subconsciente»… Esto sugiere que son dos lugares distintos, y que de alguna manera tenemos que «acceder» o «aprovechar» este espacio donde nace y se desarrolla la creatividad.

¿Pensamientos subconscientes o pensamientos creativos? Por lo general no somos conscientes de qué son… Y cuando los tenemos, tampoco somos muy conscientes de si son una cosa o la otra… La razón por la que a menudo no somos conscientes de estos pensamientos creativos, inspiradores y espontáneos se debe a que la «superficie» de la mente está en constante movimiento. 

El ajetreo de la mente crea ondas en la superficie, igual que al tirar una piedra en un estanque, ésta crea ondas en la superficie del agua. El problema es que la mayoría de las personas están tan atrapadas en el ajetreo de estas ondas que el agua nunca tiene la oportunidad de «calmarse». Imagínate mirando en un charco de agua… Cuánta más tranquila esté el agua, más clara será la reflexión… Una vez más, la mente no es diferente. Cuando la superficie de pensamiento se «calma», se hace mucho más fácil ver los contenidos de la mente, y por lo tanto, tomar conciencia de los pensamientos creativos que antes no «veíamos».

De esta forma, los momentos de inactividad en el día, como tomar una ducha o un paseo, pueden ayudarte a demostrar por qué muchas grandes ideas esperan a estos momentos de «calma mental» para presentarse. Simplemente refleja una ralentización del «tráfico» de la mente, y por lo tanto, una mayor claridad. Pero hay otro elemento importante en estos momentos: La ausencia de esfuerzo. Estamos tan acostumbrados a «hacer» cosas, que la mente puede llegar a estar muy «estancada», muy limitada. Pierde la «calidad» que se manifiesta en los pensamientos creativos.

Por lo tanto, cuando permitimos que la mente divague en situaciones como tomar una ducha, es como «desatar» la mente… Ésta comienza a comportarse de manera muy diferente. El único inconveniente de este método es que no podemos garantizar cuándo volverá otro momento de inspiración.

Por eso es tan importante entrenar la mente, y llevarla a un espacio autenticamente creativo.

La creatividad que buscamos ya está ahí … sólo tenemos que aprender a sentarnos y dejar que aparezca. Cuanto más lo hagamos, más familiar se volverá esa «creatividad» en nosotros. Y para conseguirlo es muy adecuado hablar de meditación. En un contexto creativo, en términos de «descubrimiento y conocimiento de la creatividad», la meditación está de nuestro lado.

Fuente e imágenes:  Meditation In Action: How To Tap Into Your Creativity