Cada día, el ajetreo de una agencia de publicidad nos puede hacer llegar a ser un poco Antonio Alcántara en los momentos de más presión. El estrés publicitario es una realidad, y acabamos saltando por cualquier tontería. Aquí os presentamos siete ocasiones en las que un publicista cualquiera se cagaría en la leche, Merche al más puro estilo Cuéntame cómo pasó.
Un momento mágico en el que es posible ver en una misma habitación a gente con abrigo o en sandalias. Bendita sociedad.
Y lo mejor es que habrá gente que no note nada raro.
Y tú que pensaste que hoy te irías pronto a casa… ¡JA!
La contraseña de tu ordenador no te la sabes, pero sin quererlo te has aprendido el nuevo single de Shakira. La vida es dura, pero real.
Ahora media oficina huele a merluza a la vasca, #perotodoOK.
Pero nos ha pasado a todos.
Y es entonces cuando solo te queda llorar. O cagarte en la leche, Merche.