Nuestra marca personal es la manera en que gestionamos los valores que queremos que nos definan, así como la huella que queremos dejar en los demás.

Tom Peters, un famoso escritor y experto en gestión empresarial estadounidense, afirma que «la marca personal enlaza tus pasiones, tus atributos clave y tus fortalezas, con una proposición de valor, dejando claro lo que te diferencia de los demás«. Configurar nuestra marca personal va a consistir, para que nos entendamos, en realizar una campaña de branding sobre nosotros mismos.

Normalmente, tendemos a pensar en nosotros mismos como una marca personal cuando estamos buscando trabajo o queremos potenciar nuestra carrera laboral. Se trata de que nuestra forma de trabajar y de ser sea reconocible y característica, y que podamos defenderlas en pocas palabras.

Por ello, si queremos crear nuestra marca personal, deberemos tener en cuenta varios factores.

Quién soy y qué quiero representar con mi marca

¿En qué ámbito te desenvuelves mejor? ¿Hacia dónde quieres enfocar tu carrera? Si quieres ser un buen profesional en algo, deberás aprender mucho sobre ello. Así, analiza en qué terrenos puedes moverte mejor, cuál es tu talento y con qué te quieres identificar.

Qué quiero conseguir

Debes tener claros los objetivos al crear tu marca personal. Dependiendo de estos, deberás llevar a cabo una estrategia u otra. Si necesitas un nuevo trabajo en una empresa seria y formal, no puedes actuar igual que si te quieres dirigir a una divertida agencia de publicidad, o si tu objetivo es ganar popularidad en Internet.

Qué puedo ofrecer a cambio

Vale, con tu marca personal estás pidiendo algo (un trabajo, que te sigan en redes sociales, etc.) y por tanto, debes asegurar ofrecer algo a cambio tú también. Deberás identificar tus fortalezas y cualidades principales y venderlas bien, con el objetivo de que los receptores de tu mensaje capten esto como un extra que pueden sacar contigo.

Haz un esfuerzo y sé original, aparentemente todo el mundo que acude a una entrevista personal dice ser «extremadamente perfeccionista» o «muy constante y trabajador». Ve un poco más allá y no tengas miedo de encontrar algo que te identifique de verdad, y sé capaz de demostrarlo de forma implícita si es necesario.

¿Por qué yo y no otro?

Encuentra eso que te haga diferente y especial, y proporciona un valor extra a lo que haces. Si eres un genio del Photoshop, demuéstralo creando carteles distintos sobre aquello que te gusta. Pégale una vuelta creativa más y sal de lo convencional, de lo que han creado ya otros. Tú eres diferente y por ello eres capaz de ir un paso más allá. Demuestra lo que vales con esfuerzo: en el siguiente link te enseñamos las mejores herramientas para crear un buen portoflio digital.

Proyecta tu marca personal

Una vez tienes claro quién eres y hacia dónde quieres ir, has definido tus puntos fuertes y creado valor sobre ti mismo, debes venderte al mercado como cualquier marca. No, tranquilo, no hace falta que te expongas en los stands de los supermercados y dejes que las señoras, ansiosas de consumir, te prueben en pequeñas raciones. Pero sí debes aprovechar las herramientas que tienes a tu alcance. Internet nos permite ahora definir  nuestra huella digital y que nuestra personalidad se calque en la red. Por ello, saca partido a las redes sociales, blogs, webs y otras herramientas que te ofrece esta nueva era y define quién eres a través de estos canales.

Después de esto, solo queda la constancia y la paciencia. Si trabajamos duro, seguramente consigamos tener una marca personal sólida. El esfuerzo, al fin y al cabo, también es un valor añadido imprescindible para triunfar.