Después de hablaros de la familia del marketing, y tocar por encima cada una de sus vertientes, es interesante meternos de lleno en cada una de esas técnicas y dedicarles un post para conocer más ejemplos y más campañas que las utilicen. Después de haber hablado del ambient marketing, hoy es el turno del marketing de guerrilla.
Para refrescar la memoria, vamos a empezar con lo básico: la definición. Ya os sonará, pero es la estrategia de publicidad que utiliza métodos poco convencionales, en los que no hay que invertir gran cantidad de dinero y cuyos resultados son bastante interesantes ya que atraen a bastante gente y funcionan muy bien. Se juega con el factor sorpresa y por ello, al no ser esperado por el consumidor, genera gran impresión. Generalmente lo encasillan como el tipo de marketing que utilizan las pequeñas empresas por no necesitar una cantidad grande de dinero, pero cada vez más las grandes empresas utilizan este método.
Como en la mayoría de los casos, una imagen vale más que mil palabras, por lo tanto vamos a echar mano de los ejemplos y casos prácticos para verlo mejor.
Esta idea anuncia barbacoas nuevas: se vale únicamente de una alcantarilla en la que al lado se dibuja la espátula y el número de teléfono del vendedor.
El paso de cebra de Don Limpio. Sirve simplemente con pintar una de las barras más blancas y plasmar al tipo. Más sencillo imposible y el mensaje queda bastante claro tratándose de un producto de limpieza.
Esta campaña anuncia la obra de teatro de Maria Antonieta. Muy gráfica ya que representa el cuerpo pero en la cabeza se aprecia claramente el corte de una guillotina.
Esta idea es muy original y la repercusión fue multitudinaria, ya no solo por las personas que estaban viendo el partido en directo, sino por todas aquellas que también lo vieran a través de televisión.
Ideas como estas hay miles, seguro que incluso tan sutiles que no nos hemos dado cuenta y a pesar de que el uso mayoritario se hace por parte de las empresas, también se utiliza para muchos otros fines.