Las nuevas plataformas de comunicación digital transforman constantemente nuestro modo de relacionarnos. En este nuevo ecosistema digital conviven nuevos consumidores con nuevas inquietudes y una figura que interesa enormemente a las marcas: los influencers.

Post Influencers

¿De dónde vienen los influencers?

Nos encontramos en la era del prosumer, donde el usuario es activo y tiene una relación estable con la marca independientemente del momento de adquisición o de la experiencia de producto o servicio. Las  grandes aliadas de los prosumers son las redes sociales: soportes que les permiten compartir instantáneamente sus opiniones acerca de un producto o marca. Dentro de esta conversación continua se sitúan a los influencers, exitosos usuarios de una o varias redes sociales que cuentan sus opiniones acerca de productos/marcas a sus miles de seguidores.

La forma de comunicar esta opinión personal depende de la red de publicación. Debido al nacimiento del video online y su aplastante éxito, las herramientas por excelencia de los influencers son YouTube e Instagram. Igualmente, lo más importante de estos soportes digitales es que les aseguran una máxima difusión de contenido e interacción con su público.

El marketing de influencia

En esta relación de confianza influencer-seguidor, las marcas encuentran un lugar donde lograr notoriedad en el mundo 3.0. Gracias a las colaboraciones, el marketing de influencia tiene como fin conseguir potenciales clientes a través de la figura del influencer. Para lograr esta tarea con éxito, las marcas deben identificar y estudiar en profundidad aquellos creadores de contenido cuyo estilo de comunicación y sobre todo, público, encaje con la marca. Para ello, existen agencias especializadas en influencers que ofrecen consultoría respecto a este tema. No obstante, nunca debemos confiar tan solo en el número de seguidores. Una auditoría sobre el público nos dará la información necesaria para conocer su calidad y asegurar el éxito de la colaboración.

El marketing de influencia, enmarcado en del marketing de atracción, persigue dar a conocer la marca a través de una experiencia relatada por un miembro reconocido por su comunidad que es, al mismo tiempo, target potencial de la marca. Además, es muy común añadir a la colaboración una ventaja para la comunidad, ya sea un sorteo de productos o un código descuento, que facilita la primera compra del producto.

Sin embargo, no podemos olvidar que el influencer es, al mismo tiempo, dueño e imagen de su canal. Esto significa que gestionan su propio canal, toman sus propias decisiones en torno a su plan de contenidos y sus colaboraciones. Por tanto, la marca debe respetar en todo momento la línea de comunicación que el creador de contenido ha establecido para sus canales. Si, por lo contrario, se intenta forzar el tono de comunicación para hacer más visible el beneficio del producto, la espontaneidad del influencer muy posiblemente desaparecerá y la colaboración será duramente criticada por parte del público, repercutiendo negativamente en la imagen de ambas partes.

Si quieres conocer más sobre el mundo de los influencers y el éxito del vídeo online, te recomendamos Think Video, el nuevo libro de Gerard Gracia Arcas y Juan José Delgado que ha inspirado este post.