Con el tiempo, los adultos caemos en la rutina y muchas veces, terminamos haciendo las cosas por inercia. ¿Cómo podemos recuperar el entusiasmo?
El mejor ejemplo lo tenemos en los niños. Son unos expertos en entusiasmo y nos dan lecciones día a día. La inspiración que necesitamos para despertar nuestro entusiasmo cada mañana.