El crecimiento que ha vivido Spotify desde 2015 es imparable. Una plataforma que cuenta con más de 140 millones de usuarios activos nos hace plantearnos lo siguiente: ¿es una red social? ¿lo ha sido siempre o se ha transformado? ¿puede algo convertirse en una red social? En muchos aspectos, Internet sigue en pañales y las fronteras no están definidas aún. Vamos a ver si nos aclaramos.

Spotify_blog

Primero definamos red social. Podemos decir que una red social es una plataforma online formada por un grupo de usuarios con un interés (o varios, dependiendo de la red social) en común. Visto así parecen unas cañas con unos amigos pero en el mundo virtual. Y sin cañas. Pero con likes.

En este sentido podemos decir que sí, que Spotify es una red social en toda regla. Pero el debate surge cuando planteamos que en realidad, lo que hace esta red social es proporcionar un servicio: reproducción de música en streaming. De hecho, existen varios planes (freemiun, premiun, familiar, universitario, etc.) que nos demuestran que es un servicio online. Entonces, ¿qué es?

Una estrella ha nacido

En 2006, dos amigos decidieron unir música e informática y crear una aplicación (en principio solo para ordenador) donde los usuarios pudieran disfrutar de su música fav sin tener que descargarla. En 2009, el nacimiento de los smartphones derivó en la creación de la app móvil, y con ella llegó la modalidad Premium.

Tras el gran acierto de crear la app, Spotify dio los dos primeros pasos para ser más social:

  • Se transformó en una plataforma que permitía entrar a terceros, como aplicaciones de revistas y podcasts.
  • Los usuarios ya no escuchan música solitos. En 2011 se habilita la interacción entre perfiles, que permite conocer los gustos de los demás y compartir música dentro de la misma aplicación.

Los pasos más sociales

Con el auge de las redes sociales, el enemigo de iTunes vio que había llegado el momento de cambiar otra vez.

Primero firmó un acuerdo con Facebook para poder compartir música a través de la red de Zukerberg. Poco tiempo después se unió Twitter. La armonización con las redes sociales culminó (por ahora) con su acuerdo con Tinder. Así, en el perfil de usuario se puede acceder al de Spotify y conocer los gustos musicales de tus matches. La pregunta ‘¿qué música te gusta?’ ya no te va a servir para la primera cita.

Pero el gran cambio vino con la personalización. Spotify tiene una base de datos enorme sobre los gustos musicales de sus usuarios y nos ha demostrado que sabe aprovecharlo.

‘Discover Weekly’ nos ofrece una lista de canciones nuevas cada semana en función de nuestras preferencias. Además, al final de cada año Spotify se marca un rewind y nos regala una lista con las canciones que más hemos escuchado. Nostalgia a tope con los hits del verano.

De hecho, no solo ha aprovechado el Big Data para ofrecer música afín a los usuarios, si no que en las propias campañas de publicidad tiran de base datos para ganar notoriedad y generar comunidad.

¿Hay una conclusión?

Hay quienes creen firmemente que Spotify es una red social. También hay otros que dicen no lo es. Como para gustos hay colores, nosotros te dejamos nuestra opinión arnoldiana:

Spotify está anclado a un elemento tan personal como es el gusto musical, y eso lo convierte en una potencial red social. Con el auge del social media, era natural que los usuarios comenzaran a crear comunidad en torno a la música y pasara de ser un simple servicio a convertirse en un conector entre artistas y fans.
De hecho, muchas marcas e influencers tienen un perfil propio donde crean playlists públicas para que conozcan un poco más su personalidad.

Sin embargo, Spotify por sí sola no se sostiene, aún, como red social. Tal y como está planteada la app, necesita el apoyo de otras redes como Facebook para que la interacción sea 100% real. Ahora bien, es cuestión de tiempo que Spotify integre más elementos que ayuden a la interacción de usuarios y sí se convierta en una red social independiente. Porque potencial tiene. Y va en buen camino.

Al más estilo Ana Pastor, terminamos diciendo: estos son los datos, y solo tuyas son las conclusiones.