Consumo colaborativo: el ‘compartir es vivir’ de la era social

 

En Arnold Madrid somos muy fans del ‘compartir es vivir’, nos gusta compartir noticias de marketing, los post que escribimos, éxitos de nuestra plantilla y trabajos internos. De hecho desde hace un par de meses estamos compartiendo con vosotros los ‘pequeños infiernos’ que sufrimos en una agencia de publicidad a través del hashtag #GIFbeforeBrief a primera hora de la mañana en nuestra cuenta de Twitter :P.

Tanto nos gusta, que hoy el blog se lo dedicamos al mismo hecho de compartir. El consumo colaborativo es una de las actividades más practicadas en la era social y, de hecho, se trata de una de las 10 ideas que pueden cambiar el mundo. Hoy en día los usuarios están conectados a sus smartphones y cada vez más lo hacen para consumir, educarse o incluso viajar de manera colectiva, consiguiendo así un ahorro económico y echar una mano a otros usuarios. Por eso, si eres fan del consumo colaborativo, hoy te dejamos una recopilación con las apps que más lo petan en este panorama.

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Existen aplicaciones móviles de consumo colaborativo para, prácticamente, cualquier necesidad que se nos pase por la cabeza. Tenemos las más tradicionales de compra-venta y alquiler de vehículos hasta aquellas para compartir terrenos de cultivo. Nosotros vamos a recopilar las aplicaciones que más cabida pueden tener en el smartphone de un millenniall estándar.

Compra-venta y trueque

El consumo de la Generación Z está caracterizado por el ahorro. Una de las categorías más socorridas en el panorama del consumo colaborativo son las aplicaciones de compra de segunda mano. En esta categoría tiene cabida el gigante Wallapop, la aplicación «mercadillo» que más corazones ha conquistado. Aquí podrás encontrar miles de objetos de segunda mano para negociar con su dueño a través de mensajería privada. En ocasiones se levanta algo de polémica en Wallapop, pero acaba siendo meramente anecdótico.

Tras Wallapop, pero también muy bien posicionada, encontramos Lend me!, que permite la posibilidad de crear una red de contactos entre usuarios que ponen en alquiler distintos objetos: ropa, vehículos e incluso habilidades como pasear perros, montar muebles, arreglar enchufes…

Más centrados en el mundo de la moda nos encontramos con Chicfy, la app donde las ‘chic chic chicas’ pueden poner a la venta los conjuntos que ya no usan y a su vez, comprar aquellos que necesiten para su fondo de armario.

Aunque en estas aplicaciones se permita el trato mediante mensajería privada, existen aplicaciones de consumo colaborativo expresamente para hacer trueque. Obsso permite a los usuarios navegar por un mar de ofertas, ofrecer algo a cambio y cerrar un buen trato, permitiendo también el intercambio de servicios. Cerrando esta categoría tenemos YuMe, bajo el lema «porque alguien ya tiene lo que buscas«, permitiendo al usuario vender, compartir, alquilar o intercambiar. Todo un abanico de posibilidades para el consumo low cost.

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Viajes y alojamientos

Existen gran variedad de aplicaciones que te solucionan el problema de «cómo llegar»: para tus desplazamientos cotidianos, una de las más llamativas es Mok Mok. Esta aplicación te permite ganar dinero realizando los trayectos cotidianos a los que estás acostumbrado, o bien encontrar un transporte directo a tu trabajo o lugar de estudios por un módico precio. Como conductor, Mok Mok te permite marcar tu origen y destino y horas de viaje para calcular el precio del trayecto. De este modo, los viajeros se «unirán» a tu coche y realizarán el pavo vía app.

Una vez solucionado el trayecto, encontrar alojamiento también es uno de los atractivos para el consumo colaborativo. Airbnb es el líder de las plataformas para encontrar apartamento en vacaciones. Esta aplicación ha levantado polémica, ya que está ganando ventaja al sector hotelero con su oferta de apartamentos. Y como en todo tiene que haber versiones, la otra alternativa para Airbnb es Wimdu, la aplicación que se caracteriza por su triple check.

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Educación

El sector de la educación está en constante cambio. Hoy en día aprender a través de una pantalla es lo más normal, y por ello Floqq viene para ofrecer cursos creados por expertos para ‘asistir’ a ellos a través de la pantalla de tu smartphone. El aprendizaje colaborativo con Tutellus está protagonizado por videocursos y usuarios dispuestos a aprender, enseñar y compartir los cursos de otros usuarios, pero si nos centramos en un campo concreto, en el de los idiomas, destacamos Blabelia que te permite encontrar y contactar con profesores de idiomas en tu ciudad o en cualquier parte del mundo. Esta aplicación te permite encontrar clases que se ajusten a tu presupuesto con lecciones personalizadas y aprendiendo desde casa.

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Encontrar aparcamiento

Encontrar parking en la ciudad es uno de los dramas del primer mundo que vivimos con más intensidad. Wazypark es una de las aplicaciones de consumo colaborativo más recientes en el mercado y permite encontrar aparcamiento a la primera además de ganar dinero cediendo tu puesto de parking. Con Wazypark puedes darte de alta como conductor y avisar del hueco que dejas libre al mover tu vehículo, ayudando así a otros conductores a que encuentren plaza de aparcamiento más rápido. Al avisar del hueco libre, obtienes puntos Wazypark que puedes canjear por dinero real que podrás gastar en gasolina, seguros, talles, parkings privados, taxis…

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Consumo colaborativo… ¿para todo?

Como hemos dicho, existen aplicaciones para TODO:

  • Residencias caninas: Gudog es la alternativa a las residencias caninas, para poder dejar a tu mascota en casa de algún cuidador que se ofrece para cuidarla cuando tú no puedas.
  • Comida casera: Chefly te ayuda a encontrar cocineros cercanos que estén preparando los platos que has seleccionado. Esta aplicación está pensada para personas que no tienen tiempo para cocinar pero quieren cuidar su alimentación con comida casera. Después de degustar los platos, podrás valorar al cocinero creando así una red de opiniones.
  • Bote para regalos: seguro que más de una vez te ha pasado que para recaudar el dinero para el regalo de un amigo te ha llevado semanas reunirte con todos. Hualapp está pensada para organizar un bote al instante y compartirlo con los interesados. Al recaudar el dinero podrás regalarlo, hacer una transferencia o comprar un regalo directamente.

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Para todos aquellos que quieran profundizar un poco más en el tema del consumo colaborativo, os dejamos una conferencia TEDx dirigida por Rachel Botsman en el que aclara todas las bases de esta práctica 😉

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Wallawar: ¡esto es la guerra de los compra-venta!

Wallapop va a acabar con la poca cordura que me queda. Esta aplicación se presenta como solución a todas esas cosas que no usas para ganar dinero con ellas; un mercadillo virtual que cuenta ya con más de 13 millones de usuarios. Todos conocemos el funcionamiento de Wallapop: encuentra chollos y oportunidades cerca de tu zona a precios increíbles. Todo parece muy prometedor y la teoría está muy bien, pero ¿quién no ha librado alguna batallita -o batalla campal- con un desconocido a través de esta aplicación? Aquí hoy os traemos los casos más guerrilleros basados en hechos reales ;D

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Wallapop se lanzó en octubre de 2013 y en cuestión de semanas consiguió hacerse un hueco entre los principales portales de segunda mano del país. Si bien es cierto que muchos usuarios han tenido experiencias satisfactorias en las que han comprado o vendido productos en perfecto estado a personas completamente cuerdas, podemos encontrar un elevado porcentaje de usuarios que han tenido experiencias catastróficas con otro tipo de individuos.

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Cuando uno está indignado con algo, lo primero que hace es compartirlo por las redes, por lo que no es de extrañar que los casos más catastróficos de Wallapop hayan acabado haciéndose virales. Después alguien tuvo la genial idea de recopilarlos y crear el némesis de Wallapop: Wallapuff.

Aplicación de compra-venta… en principio

El objetivo de esta aplicación está claro, ¿no? Comprar o vender artículos que ya no usas. FIN. Sin embargo, aunque nos cueste asimilarlo, hay personas que ligan por Wallapop -o al menos lo intentan-. ¿En qué cabeza cabe? Quiero decir. Existen aplicaciones que sirven expresamente para conocer a otras personas, ¿es necesario dar una imagen de pervertido a alguien que quiere comprarte una estantería? Pues sí. Habrá gente que se lo tome con humor y otros tantos incluso se sientan acosados. Cuando parece que tienes cerrado el trato y que vas a conseguir una preciosa lámpara para tapar la esquina de tu apartamento de los gatos, te pueden llegar a sorprender con mensajes de este tipo…

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Ante todo, ¿educación?

Si hay algo que prima en Wallapop es la educación de sus usuarios. Como siempre, existe de todo. Si tienes suerte, puedes encontrar a alguien interesado en tu colección de VHS que te abre chat con un: «hola! ¿sigue disponible este artículo? Me interesa» y quizá estés ante una persona que verdaderamente va a conseguir que hagas hueco en el mueble del salón. Sin embargo, todos nos hemos encontrado con la versión contraria del usuario agradable: el «Te doy 10€ por todo» -sin rodeos y sin historias: al grano- y ante tu negativa, recurren a insultos y mofas…¿por qué, Señor, por qué?, ¿tanto les cuesta a las personas ser un mínimo de educadas?

Y por supuesto están los míticos que te reservan el producto para dejarte plantado o decirte que se lo han vendido a otro usuario que le ha ofrecido más dinero. El valor de la palabra se quedó con la educación también, ¿no?

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Cuando alguien nos regala una camisa con estampado de panteras y calaveras no nos lo pensamos: ¡Wallapop! Este pensamiento directo viene por que la app ha conseguido posicionarse en nuestro top of mind y no es para menos, ya que lo primero que pensamos cuando oímos su nombre es lo sencillo y lo inmediato que es usar esta app.

De hecho, Wallapop es el máximo exponente de un servicio SOLOMO: es social, es local (funciona por ubicación) y es móvil (nació como app aunque posteriormente se creó la web). Usar la aplicación es (por ahora) gratuito, aunque como modelo de negocio se están planteando tres alternativas: cobrar comisiones por cada transacción, mostrar anuncios de terceros o destacar productos que se encuentran en la app.

Y vosotros, ¿habéis librado alguna wallawar con alguien y queréis compartir esa batallita? No dudéis en contárnosla por nuestras redes, ¡nosotros tenemos bastantes que compartir!