Existe una corriente ciertamente creciente que se dedica a desprestigiar la figura del Community Manager. Una corriente que dice que «bueno, total, lo único que tienen que hacer es subir un tweet de vez en cuando» o «total esto me lo hace mi sobrino que hizo Empresariales» o «Maricarmen, ábrete un Feisbuk de esos que hay que darle un empuje a la charcutería».
Cada día, el ajetreo de una agencia de publicidad nos puede hacer llegar a ser un poco Antonio Alcántara en los momentos de más presión. El estrés publicitario es una realidad, y acabamos saltando por cualquier tontería. Aquí os presentamos siete ocasiones en las que un publicista cualquiera se cagaría en la leche, Merche al más puro estilo Cuéntame cómo pasó.
