La gran pantalla es muchas veces la gran olvidada… estamos en televisión pero ¿salir en una película? Hoy en Arnold Madrid queremos mostraros los principales formatos de publicidad en el cine y, por qué no, romper algunos mitos sobre este canal. Vamos al lío.

publicidad en el cine

 

La televisión y el cine son totalmente distintos, y sus beneficios también. Mientras que la televisión corremos el riesgo del temido zapping, en el cine los anuncios son visionados sí o sí, y la capacidad de recuerdo del mensaje ronda el 400%. Por otro lado, las capacidades tecnológicas de las salas de cine (sonido dolby y el gran tamaño de la pantalla) no son comparables a la televisión de nuestra casa.

¿Y los formatos? ¿Qué posibilidades ofrece el cine que lo diferencian de la televisión? A continuación os explicamos los principales formatos y algunos casos de éxito.

Spot/Trailer

Es el formato más socorrido, el clásico spot pero a pantalla gigante y cientos de espectadores en un mismo lugar mirando la pantalla. Es muy habitual que se proyecten trailers: la mejor manera de promocionar una nueva película es mostrarla en su hábitat natural, en la sala. No es lo mismo ver un trailer en el salón de nuestra casa que verlo en una (a poder ser) cómoda butaca de cine con el sonido y la imagen acorde a una buena película. Pensemos solo en la frase que más se repite en una sala de cine después de la aparición de un trailer: «¡tenemos que venir a verla!». No hay más preguntas, señoría 😉

Para que un Trailer funcione, conviene respetar los que se denominan «los 3 mandamientos del tráiler», a saber:

  • Si tu película tiene momentos aburridos, no los pongas en pantalla.
  • Da pistas, pero no las suficientes como para desvelar el final.
  • Da lo mejor de ti, es decir pon las mejores partes, las más graciosas en el caso de las comedias, para que el público se quede con ganas de más.

Filmlet

Es un formato no tan recurrido como los trailers: cortometrajes publicitarios en los que tienen como finalidad entretener al espectador, aparte de promocionar el producto. Porque captando la atención del público con algo que les guste, estarán atentos a nuestro mensaje, y por lo tanto captarán nuestro producto y relacionarán ese cortometraje que tanto les gustó con nuestra marca. Un win-win en toda regla 😉 Como ejemplo, una marca que siempre es referente en storytelling: Coca-Cola, que proyectó en salas de cine un cortometraje que enamoró a pequeños… y no tan pequeños.

Spot Ambient

Este es, por lo general, uno de los formatos más eficaces que podemos desarrollar en las salas de cine. El espectador forma parte de todo y esto hace que el mensaje se quede grabado en su mente. Las acciones de ambient tiene un gran trabajo, pero se ve recompensado cuando impactan tanto al consumidor que se convierte en la conversación principal incluso después de ver la película.

La mejor manera de entender una campaña de ambient es viéndola, por eso os traemos tres impactante campañas. No os adelantamos nada, no vayamos a hacer spoiler en toda regla. Así que imaginad que estáis en una sala de cine y ¡a disfrutar del mejor ambient!



Product placement

Es el formato más recurrente, la esencia de la publicidad en el cine… Pero existen varias posibilidades en emplazamiento publicitario: pasivo y activo.

Se considera product placement pasivo cuando los personajes no hacen referencia a la marca, no hablan de ellas ni interactúan, es decir el producto/marca aparece en el contexto de la historia y, simplemente, está ahí. Un buen ejemplo es el de la película Blade Runner y la marca Coca-Cola.

Sin embargo, existe el product placement activo, cuando los personajes interactúan con una marca aun cuando no llegan a mencionarla. Eso sí: la presencia de la marca tiene que estar justificada y nunca resultar forzosa, artificial… ¿Qué os parecen estos ejemplos de Nokia en la serie Teen Wolf?


Esperamos que hayáis disfrutado de nuestro post de hoy y que vuestra próxima campaña la penséis A LO GRANDE 😉

Imagen destacada|Taema Dreiden