La octava entrega de la saga Star Wars está a la vuelta de la esquina y se empieza a respirar el entusiasmo de sus fans. Después de 40 años, ‘The Last Jedi’ nos baja a la realidad, porque estamos casi en el ocaso de esta saga. Pero, ¿cómo ha conseguido Star Wars conquistar durante décadas a generaciones tan diferentes? Transmedia la respuesta es.

Ante el éxito arrollador de la primera película, George Lucas & co. lo vieron claro: esta historia tenía mucho potencial. Y apostaron a tope por contar las miles de historias que dan vida al universo Star Wars en todos los medios posibles. Todo lo que ocurrió gracias a esto marcó un antes y un después en el arte de contar historias.

Las 9 películas principales tan solo son la punta de un iceberg que continúa vivo después de 40 años. Los soportes mediáticos y culturales en los que Star Wars ha aterrizado son incontables, y la razón de su éxito reside aquí: siempre hay hueco para los jedi (y todo lo que les acompaña). Poder entrar en su mundo de distintas formas y vivir sus aventuras como si formaran parte de ella conquistan al usuario. Visión global, lo llaman.

Libros

Uno de los primeros pasos que dieron para descubrirnos más sobre este mundo fueron los libros. Aunque la novela no conectó con el público por la falta de apoyo visual, hay un género en el que Star Wars nada como pez en el agua: el cómic.
La era de oro del cómic coincidió con el estreno de la primera película, por lo que era una oportunidad imposible de desaprovechar. De este modo, las aventuras graficadas de los personajes han evolucionado casi a la par que las películas.

En esta nueva trilogía, encontramos la colección ‘Star Wars: Poe Dameron’, que nos cuenta, como si fuera un superhéroe (¿no lo es al final?), las aventuras de este personaje del que tan poco supimos en el episodio VII y que seguro, no nos decepciona en la próxima película.

Series de televisión

Si las películas eran un éxito, ¿por qué no iba a funcionar en tele? Aquí estaba claro el tipo de público que se engancharía cada semana a su tele: los niños. Estos dibujos animados nos contaban cómo era el día a día de C3PO y R2D2 en ‘Star Wars: Droids’ y los peligros a los que se enfrentaban los habitantes de la luna de Endor (Star Wars: Ewoks).

El desarrollo digital nos trajo ‘Rebels’ , la serie actual de Star Wars que narra la lucha que emprendieron los rebeldes para evitar que el Imperio tomara sus planetas.

Redes sociales y YouTube

Ay amigos, Internet. Aquí volvimos a transformarnos. Ya no somos simples usuarios: ahora queremos participar en la creación de esta historia. Vale, no nos van a sentar a todos en la silla de director, pero para algo se inventaron los fanfics. Y además, como buenos críticos que somos, valoramos cada contenido que recibimos en todas nuestras redes sociales.

El top lo encontramos con Youtube, donde circulan miles de Fan Films y reacciones a trailers. Y es que, aunque sepamos que no son reales, hay que hacer algo hasta que sale la siguiente película.

El merchandising de Star Wars

Star Wars consiguió que los objetos ‘de promoción de una película’ fueran considerados de coleccionista y se dispararan las ventas de este tipo de productos. Una vez más, el espíritu jedi traspasa las pantallas y decora nuestra realidad (y nuestra habitación) con su espíritu.

¿Qué no se puede conseguir de Star Wars? A un lado se han quedado los llaveros y fundas de móvil con el casco del padre más malo de la cultura audiovisual. Podemos comprar hasta una tostadora en el casco de Darth Vader (que deja en el pan el logo de la película como si de un milagro se tratara), y seguro encontraréis por Amazon cosas mucho más frikis. Pero no hace falta irse a una tienda especializada ni similares, porque cualquier lugar que se precie tiene merchan de Star Wars. El fenómeno fan a la enésima potencia, vamos.

Juguetes

Aunque pueda parecer una tontería, la existencia de juguetes de Star Wars consigue algo muy complicado a día de hoy: la fidelización. Legos de todas las naves, figuras de acción, cromos y juegos de mesa ‘edición Star Wars’ mantienen vivo el fanatismo más allá del estreno de las películas. El cariño que tienen a la saga aquellos que han vivido sus aventuras desde que tienen razón de ser no tiene precio. Pero ojo, porque su exigencia con la continuación de la saga es proporcional.

En este ámbito también se ha evolucionado a la par que la tecnología. Así, los mayores fans pueden tener en casa un dron a tamaño real de BB-8 como mascota.
Por supuesto, el desarrollo de videojuegos no ha pasado desapercibido. Prácticamente cada año desde 1982 se ha lanzado un videojuego que toma este universo como base para su historia y suele atraer a miles de jugadores.

Un buen ejemplo de lo que Star Wars ha supuesto y supone para el público es este vídeo de Rodrigo Septién: una brecha generacional salvada por una gestión casi pionera de la narrativa transmedia. ¡Si es que de Star Wars hasta se puede cantar!